sábado, 5 de noviembre de 2011

CRITICAR POR CRITICAR




«Malgasto mi talento, destrozando a los demás, propagando mil mentiras,
disfrazando la verdad.»
(Fangoria)

Siempre he oído que éste era un país al que le gusta mucho criticar; lo mismo ocurre con la envidia, de la que se dice que es el deporte nacional. También se diferencia entre pura envidia y envidia sana, como también crítica constructiva y destructiva. ¿Se critica lo que se envidia? No necesariamente, pero en muchos casos la envidia es el detonante. Se critica destructivamente lo que no se dice que se envidia. Como en la fábula del «zorro y las uvas», que al no poder alcanzarlas el zorro dice que ya no las quiere porque están verdes, nosotros criticamos al vecino que tiene una casa mejor diciendo, por ejemplo, que le da demasiado el sol en verano. Pero no es lo mismo que si lo criticamos porque tiene un gran coche que contamina mucho; yo puedo criticar ese hecho sin que el motivo sea la envidia, ni sana ni insana. Creo que cuando criticamos lo hacemos teniendo un motivo, eso siempre. Pero si nuestra intención con la crítica es arreglar algo que no nos gusta, nosotros también tenemos parte de responsabilidad en la solución.

Dice Rajoy que el país está hecho un desastre como consecuencia de la política desastrosa que ha hecho el Gobierno de Zapatero, y dice más: —«esto sólo se soluciona haciendo una política como Dios manda...» ¿Esto qué es? Algo tan misterioso como su indefinido programa en el que deja las puertas abiertas a todo, un programa nacido desde sus más profundas raíces gallegas. Decir «como Dios manda» es peor que no decir nada, salvo que nos quiera hacer reír ante el negrísimo panorama. ¿Cómo vamos a dejar que gobierne una persona así? Él, como toda la primera plana del PP y muchos otros políticos (recordemos a Cayo Lara y su promesa de no pactar con la derecha en las últimas elecciones), ostenta el dudoso honor de haber conseguido que la palabra «promesa» haya sido connotada como sinónimo de mentira; por eso ahora sólo promete devolvernos la felicidad... Algo tan efímero y caprichoso, diría incluso que abstracto. Alguien que se ve con capacidad para dar felicidad a todos los españoles no está en sus cabales. ¡La euforia le desborda!

Recordando y analizando su temporadita en la oposición durante estos últimos ocho años, sólo me da a creer que lo único que quieren es el poder, sin importarles ni una mierda mejorar el país. Envidian a los que lo tienen y critican destructivamente todo lo que este gobierno ha hecho, TODO.

Desde las últimas elecciones municipales y autonómicas del pasado Mayo hasta hoy ha aumentado el paro en todas las Autonomías que gobiernan. Durante esa campaña habían prometido la creación masiva de empleo. Ante esta evidencia ellos se apresuran a decir que si no han podido crear empleo es culpa de gobierno central. Entonces si no depende de ellos la creación de empleo por qué tienen la desvergüenza de prometerlo. Han hecho recortes en educación, sanidad y protección social, pero él (Rajoy) sigue diciendo que no tocará estos tres pilares. Ahora ante el 20N, vuelven a prometer lo mismo, ¿les vamos a creer?

Nosotros, los ciudadanos tenemos también la obligación de cambiar nuestros malos hábitos, que los tenemos, como defraudar a hacienda, por ejemplo, cobrar el paro y estar trabajando (tengo varios vecinos en esa situación y estoy convencido de que es algo más extendido de lo que se cree). Pero también debemos de ingeniarnos la manera de levantarnos si las dificultades nos han hecho caer. Una crisis es también una oportunidad para cambiar, mejorar y por tanto evolucionar. Las crisis favorecen la evolución individual y por tanto la colectiva. Con criticar y echar la culpa al gobierno o a los demás no solucionamos nada, salvo como mucho  desahogarnos un poco.

Todos tenemos una parte de culpa en lo que pasa en el mundo. En los años de bonanza todos hemos abusado del consumismo de una manera escandalosa. Tengo amigos que hace unos años ganaban casi 3000 euros o más, según los meses, y se lo gastaban todo. —«Ni siquiera han hecho inversiones al contado, eso sí vivían mejor que reyes, sin privarse de ningún lujo, ni de continuas juergas de alcohol, drogas y putas. Me decía «el Calamaro»:  —«Sólo con todo lo que gasté en putas cada viernes, después de cobrar la semana, ahora podía vivir tres años sin problemas. Ahora no lo hubiera hecho...» Pero como él, ¡muchos! Se despilfarró más aún de lo que se ganaba. Lo critico y con ello también a mí. Ahora los que eran ricos aún lo son más, los pobres son mucho más pobres y la clase media prácticamente ha desaparecido.

Rubalcaba no promete un camino de rosas pero sí mantener, e incluso mejorar lo imprescindible, los tres grandes pilares que mantienen el bienestar social: educación, sanidad y protección social. Hay que ahorrar, pero es muy importante saber donde. Estos tres pilares son intocables. La gran mayoría de los españoles está de acuerdo con esto. Pienso que este gobierno ha hecho mucho bien, la gran losa que pesa es el paro, y no es todo culpa de la política de Zapatero, viene de más atrás: de la burbuja inmobiliaria prácticamente. Pero han hecho grandes avances sociales, ahora todos tenemos los mismos derechos, pero también se creó la ley de dependencia, y muchas más cosas. Echo en falta un verdadero compromiso de Rubalcaba con un estado laico y una reducción del gasto en defensa. También nos interesa, nos siguen interesando, mejorar la convivencia equiparando las obligaciones y haciéndolas cumplir.

No deberíamos olvidar que este es un país que se sitúa mayoritariamente a la izquierda y por tanto el disponernos a otorgarle una aplastante victoria a la derecha es paradójico y totalmente criticable, pero dudo de que nadie nos acabe envidiando.
©Miguel Je 2011

2 comentarios:

  1. Esta sentida reflexión que haces, recoge todo el anhelo y pensamiento de muchos españoles, reflejando en algunos su idiosincrasia especial en lo que a envidia de la mala se refiere que, traducido a la POLÍTICA y sus agentes significa, ni más ni menos, que el panorama actual de unas ELECCIONES GENERALES con truco, son el resultado y consecuencia de unos políticos de la DERECHA española que, llevando ocho años ambicionando el poder exclusivamente, han sufrido auténticos ataques de envidia cuando, en el Congreso de Diputados, el talante Zapatero, consenso tras consenso y, a pesar de los desleales ataques sufridos desde las filas de un PP, furibundo y salvaje, haciendo honor a lo peor de esta formación política, ha agotado prácticamente su legislatura con cantidad de asuntos resueltos y leyes importantes beneficiosas para todos los españoles sin distinción, incluidos los presupuestos generales del Estado, año tras año, exceptuando el presente que, por circunstancias bien conocidas de todos y gracias a las zancadillas, mentiras y calumnias así como con la criminal e irresponsable falta e de apoyo en asuntos de Estado del PP, no pudo ser.¡¡ATENTOS PUES AL 20N!!, NOS LAS JUGAMOS TODAS y LUEGO NO CABEN LAMENTACIONES.

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  2. Ganaron los votos de los indecisos, gracias a la ley electoral en vigor, el PP se alza con una mayoría absolutísima, quedando la democracia relegada a una docena de partiditos con una ridícula representación que forman el GRUPO MIXTO.

    Los españoles votan a un partido, y por arte de magia, cuando la papeleta ha tocado el fondo de la urna, si hay dos papeletas de un mismo partido, la tercera se transforma en el mismo partido, y así al contarlas todas, mayoría absoluta, eso es lo que hay señores.

    Hay que cambiar la Ley Electoral
    si queremos democracia verdadera en este país.

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