¿La voluntad te puede llevar más lejos que el talento o el talento más lejos que la voluntad?
Echando mano del refranero español, me viene a la cabeza aquello de que, «no hay mal que por bien no venga»; entre esto y mi gran positividad, sé que podré sobrellevar lo que ocurra el 20N. Gane quien gane voy a llorar de todas maneras.
Si gana el PSOE, lloraré y pegaré saltos de alegría cuando vea por la televisión el semblante de Rajoy y su santa y pura esposa, haciéndose nuevos planes a toda prisa y poniéndose en la tesitura de tener que deshacer las cajas de la mudanza preparadas con meses de antelación para llevarlas a la Moncloa en cuanto fuera nombrado Presidente del Gobierno. Ver esa cara tiene que ser un éxtasis. Sería, lo sé, una experiencia tántrica.
¿Y si gana el PP? Lloraré igualmente, pero no pegaría saltos. Si me vendría bien no tener la vajilla a mano, pues empezaría a tirar plato por plato al jardín. Pero mirando en este caso el lado bueno recordaré la famosa frase de la serie Fama: —«Tenéis muchos sueños, buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor, quiero veros sudar, y cuanto mejor lo hagáis, más os voy a pedir que trabajéis y sudéis...» Rajoy y los suyos van a tener que sudar, y a nosotros también nos harán sudar. Ahí será cuando podremos empezar a descubrir hasta que punto querían una poltrona sin merecerla, o realmente son tan inteligentes que se la merecían.
Si España mejora con Rajoy de Presidente (hecho bastante improbable según mi humilde opinión) volveré a llorar y a pegar saltos de alegría y amaré a Rajoy sobre todas las cosas, pero si nos vamos a pique, entonces me uniré no a los indignados sino a los CABREADOS.
A veces es necesario que el lobo te muerda bien para empezar a defenderte. Quizás solo estando cabreados y jodidos podemos tener la suficiente fuerza social para vencer a los poderes invisibles de la macroeconomía.
Has dado en al diana por lo acertado de tus líneas ya que, en esa apreciación, coincidimos muchos españoles que hemos visto como Rajoy ha trabajado en una DESASTROSA OPOSICION que se puede parangonar, en lo peor, con los desaciertos de Zapatero, superándole, incluso, en muchos aspectos. Si con tan malas artes consiguiera llegar al gobierno de esta desgraciada nación, ¡SE VA A ENTERAR DE LO QUE VALE UN PEINE!.
ResponderEliminar