viernes, 9 de diciembre de 2011

EL «CUCO» DE MANUEL




«Empezar a respirar y volver a lo normal, retornar a la belleza de las cosas inconexas.»

Todo empezó con el «cuco» alemán de Manuel, salvado de uno de sus «naufragios» de alguna de sus vidas. No sé porqué insistí en salvarlo, quizás por un recuerdo infantil, el caso es que me encariñé con él. Yo es que tengo un corazón demasiado grande y poco selectivo, pero bastante heterodoxo. Una mañana se paró. No mi corazón pero sí el «cuco». El hecho de que estuviera desterrado al vestidor no tiene nada que ver con su parada, a él sé que le gusta su emplazamiento y a mí me resulta más agradable escuchar sus «cu-cus» amortiguados por las paredes. Así son «cu-cus» susurrados. Me he acostumbrado tanto a sentir que existe cuando lo necesito. No puedo vivir sin su cancioncilla.
Después vino una rueda del coche, la delantera izquierda, una mañana me la rajaron. Vale, no hay mal que por bien no venga, ahora tengo dos ruedas nuevas y de mejor calidad que las antiguas.
Luego pasó lo del reproductor de Cds. Esto ya empezó a sacarme de quicio puesto que había comprado el aparato a mediados de Agosto, apenas tres meses, y es de una supuesta «primera» marca. Sin mis Cds no soy nadie. Necesito mi música como el aire. Bueno, pues me queda Radio3, que no está nada mal.
Días más tarde, justo la mañana en la que llevaba a reparar el equipo de música me falló la impresora al intentar hacer una fotocopia del ticket de compra. ¡Bueno! Ahí sí que me llegó. Ya me mosqueé de verdad.
Pues aquí no acaba la historia pues ese mismo día empezó a fallar el mando de la TV y no puedo cambiar ni de canal. Ahhhhhhhhhhh…!!!

Llevaba gastadas muchas horas dándole vueltas a estos sucesos hasta que el domingo pasado fuimos a pasarlo a casa de Maite, una de mis amigas más antiguas en estas tierras alicantinas, y no por su edad, que aunque está a pocos meses de los 60 Maite sigue siendo la más moderna, y siempre pionera en el conocimiento espiritual. Pues allí en su mundo, conocí a Aidita (la hija mayor de otra amiga: Aida, por cierto recién enamorada hasta la médula a sus ya 76 años, eso sí, está estupenda, ¡qué vitalidad!). Pues resulta que mi nueva amiga, ya, tiene un don especial... Algunos dirían que es un poco bruja, pero más bien pienso que se trata de una enorme sensibilidad y gran capacidad de observación y análisis. Conté mi experiencia entre cucharada y cucharada de «fabes con almejas» y llegó a la conclusión de que yo necesitaba pararme, ir más despacio, prescindir de tanta tecnología y abrirme a lo más cercano, vamos ocuparme más y mejor de mi entorno. Yo por mi parte también analicé sus palabras y mis sucesos una vez más. También llegué a una conclusión que va a ser mi objetivo a cumplir en los próximos meses: necesito pararme, sí; olvidarme del tiempo, también; cerrar los ojos, abrir mi corazón, agudizar todos mis sentidos y sentir todo lo que me rodea, sobretodo los seres vivos, ocuparme de lo vivo y desocuparme más de lo inerte.Tener más en cuenta lo más cercano ocupándome más y mejor.

Miramos demasiado al más allá, al futuro o al pasado, tenemos que ocuparnos del presente más inmediato y trabajar para hacerlo más agradable, poniendo amor en todos nuestros actos.

¡Vaya! Ahora me falla el reloj de pulsera más bonito que tengo… Ya no sé que pensar, o sí.
 ©Miguel Je 2011

4 comentarios:

  1. Es evidente que el techo de tu propia superación no ha llegado. Seguidor de mi autor preferido, esperaba con ansiedad una nueva entrega y, he aquí, que me sorprendo en el inicio con el título "El Cuco de Manuel". Un titular que me invita, de entrada, a leerlo inmediatamente ya que es una cosa que me atañe y sobre la que ni sospechaba que pudiera escribirse. Tu lo has hecho y muy bien pues, en la sencillez de la composición literaria, argumentalmente hablando, has sabido sacar un sabroso partido haciendo que la historia cobre matices entrañables al mismo tiempo que preocupantes e intrigantes, ya que tratas de establecer una premisa sobre la posibilidad de que las cosas ocurran no de un modo casual. El elemento de la mujer, dotada de ciertos poderes visionarios, que como nueva amiga accedió a tu vida es el desenlace puntual a esta bella historia porque la conclusión a la que llegas es, sin duda la mejor.

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  2. ¡¡¡Qué bonito lo que me dices Manuel!!! Aunque me quieres mucho sé que ese amor no nublaría tu buen criterio, así que aunque lo que cuento siempre tenga para ti un enorme interés, si no te gusta también sé que me lo dices. Gracias por estar siempre!!!

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  3. Muchas veces parece que todas las máquinas están en tu contra y todas se rompen en poco espacio de tiempo, no es casualidad. Se tratan de objetos que captan nuestra atención (mental) como un reloj, o estimulan nuestros sentidos (el sonido del cuco o el lector de CDs musicales) -la rueda del coche está fuera de este grupo de eventos- , lo cierto es que tu campo de energía anula con su fuerza la capacidad de la tecnología para funcionar bien en un momento dado ya que vivimos en un mundo caótico donde las cosas son extremadamente imprevisibles. Quieres escuchar algo más que música, necesitas escuchar unas palabras, un susurro, esperas algo de alguien, una respuesta, pero algo en tu interior desconfía. Así cuando recuperes la paz, el universo seguirá transitando al ritmo que le marcan las ondas de energía. Te invito a meditar y abrir tu mente a la comunicación, callando más que hablando, cuesta mucho, pero necesitas acallar tu interior para encontrar tu propia y ansiada paz.

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  4. Muchas gracias por tus siempre sabias palabras José Antonio, te haré caso!!! Me callaré una temporada, de hecho lo estoy haciendo, también la meditación.

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