«Hacer el amor produce una satisfacción menos efímera que follar.»
En innumerables ocasiones paliamos el sufrimiento que nos produce el sentimiento de soledad zambuyéndonos de lleno en el sexo puro y duro. Todos hemos comprobado alguna vez que en cuanto llegamos al orgasmo aparece un vacío tan grande y difícil de reparar que hace que nos lanzemos inmediatamente a otra aventura, equivocándonos de remedio e incrementando aún más el sentimiento de soledad. La soledad no se cura con sexo y sí con la ternura de la amistad, en definitiva se cura con amor. Pero cierto es que en alguna que otra ocasión el amor pudo haber surgido del sexo más crudo. Si la soledad se cura con amor amándonos a nosotros mismos también podemos curarnos. Queriéndonos día a día un poco más acabaremos por encontrar a alguien con quien compartir nuestro amor. El sexo con amor es algo sublime, es de los mayores placeres que los hombres podemos saborear. El incremento de energía que se experimenta al hacer el amor es algo increíble por eso cuando no estamos enamorados buscamos el sexo equivocadamente para sentirnos mejor en vez de buscar el amor.
Cuando amamos y nos sentimos correspondidos nos sentimos con fuerza para afrontar cualquier contratiempo, desaparece de nosotros el miedo. De todos modos el amor debe empezar siempre por uno mismo.
Recuerdo épocas en las que la soledad era tan patente en mi vida que buscaba en el sexo una salida y llegué a volverme un adicto. El sexo puede también ser una droga en la que nos refugiamos en momentos de baja energía convirtiéndonos en adictos y como tal llegamos a ser enfermos llegando a rechazar incluso el amor. Un adicto al sexo vive más cómodamente en soledad, es normal que se ayude de otras drogas para poder tener un mayor número de contactos placenteros, suelen ser drogas que influyen en la resistencia y en la desinhibición. Como toda adicción produce un desequilibrio en la persona que le puede llevar a descubrir facetas de la personalidad desconocidas hasta entonces. Toda persona en su sano juicio que pase por este proceso intuye que hay algo que no funciona pero es probable que no logre salir de ese círculo por si misma. El primer paso para vencer el estado de enfermedad es darse cuenta de que el camino que estamos siguiendo no es el que deseábamos.
Vivir sin adicciones y con amor es lo que deberíamos desear alcanzar, vivir en equilibrio es lo que yo quiero para mí.
©Miguel Je 2012
©Miguel Je 2012
Recuerdo con gran desasosiego tres épocas pasadas de mi vida, todas con un denominador común: sexo a la desesperada. Muchos me decían: "Tu buscas otra cosa" y yo he estado horas y horas de mi vida vendiéndome gratis en un descampado o en un parque, o incluso en un club. Muchas lágrimas he derramado y mucho miedo, he pasado. Pero finalmente, el vacío me ha succionado como un vórtice hacia el abismo de la soledad, tomar la firme decisión de romper con todo eso es motivo de agradecimiento hacia quien en primera hora, un día, de esos infiernos, me rescató.
ResponderEliminarJosé,! me has entendido y te entiendo!!!
EliminarCiertamente que, cuando no se es mala persona y se cae en el abismo de esas soledades que secan, el premio al sufrimiento que ello supone, es encontrarse con el AMOR. Un sustantivo derivado de un verbo que , en su infinitivo amar, llega hasta definir la moralidad en las costumbres de los individuos practicantes, de las religiones que mayor impacto causaron en el lento desarrollo de la humanidad. Quiero centrarme con esto el la Ley Mosaica que prescribe, en su primer mandamiento el amar a la divinidad sobre todas las cosas y al prójimo, como a ti mismo. Algo sobre lo que hay que reparar convenientemente porque en castellano la palabra prójimo, hace referencia a próximo y, en resumidas cuentas, ¿quien más próximo a uno que nosotros mismos? Esta es la clave que, argumentalmente, expones en tu reflexión sobre los avatares del amor, que tan bien has sabido exponer, no obviando la amargura que da el carecer de él, objeto de muchas desesperaciones, y centrándote en las excelencias compensatorias de que, unidas al sexo, constituye lo que se llama el amor perfecto ya que, éste, ¡no hay que olvidarlo, es la herramienta natural indispensable para que sea placentero y reconfortante porque no es de recibo el aceptar, eso que tan frecuentemente ocurre en la literatura de que "el amor, después de acordado, da dolor", al ser una relación entre dos personas el que lo produce.Me congratula y me alegra infinitamente el que hayas escrito que no hay sexo mejor que el que se realiza con la persona amada, que es cuando se subliman todas las esencias humanas en un acto de trascendencia natural y ,como contigo, he aprendido a a mar, me vas a permitir que proclame que no anhelo más cielo que el que tengo aquí contigo en la práctica de un AMOR, con mayúsculas, que hay que esforzarse en descubrirlo ya que cuesta mucho el encontrarlo porque , ocurre, que muchas veces creemos haberlo encontrado pero si no hacemos nada para ACRECENTARLO y DESARROLLARLO, SE NOS MUERE, una cosa que hay que evitar porque cuando consigues agarrarlo, no hay que soltarlo bajo ningún concepto.
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