jueves, 28 de julio de 2011

INALTERABLE

   
¿Se rige el destino de los hombres por alguna ley?


  A través de los años todo va cambiando, pero por alguna razón mis sueños, mis anhelos o mis deseos permanecen inalterables desde que tengo uso de razón. Aún no había cumplido cuatro años cuando a la pregunta, del sacerdote del pueblo (Don Marcelino), de qué quería ser cuando fuera grande, yo respondía sin dudarlo: —“¡de grande eu quero ser un tolo!”.
  Por entonces el gallego era mi única lengua, pero no tardé mucho en ir a la escuela y aprender mi segundo idioma. El primer año fui víctima de las burlas de los compañeros por mis faltas al hablar castellano, pero aprendí rápido, y al siguiente curso ya había dejado la escuela del pueblo para ir a la capital, Bueno, era una pequeña capital de provincia donde los provincianos no eran tan diferentes de los pueblerinos, ni tan divertidos y libres como los aldeanos con los que me crié.
    Han pasado desde entonces más de cuarenta años, residí en varias ciudades, estudiando y trabajando en cada una de ellas, incluso viví durante años en la capital del país y en otras ciudades europeas para acabar instalándome, desde hace casi diez años, en un pueblo de la Comunidad Valenciana. Aquí tenía un bungalow desde Septiembre de 1997, mi refugio secreto, y  del que acabé haciendo un hogar cálido, repleto de  mucho amor.
    Formamos una familia nada convencional, una familia no reconocida por la iglesia católica pero sí por el Estado; somos dos hombres, unidos no sólo por un contrato matrimonial pues el amor que nos profesamos es la base de nuestra sólida unión. El hecho de que entre nosotros haya una diferencia de edad de veinticinco años también hace que a vista de los demás seamos una pareja singular. A nosotros esta realidad no nos crea ningún problema, puesto que nunca fue motivo de desentendimiento.
  Con nosotros viven dos gatitas tricolor, madre e hija: Sol y Luna; además tenemos un perro: Alí, una mezcla de pastor belga, foxterrier y mastín. Los cinco convivimos alegremente aunque somos Manuel, Alí y yo los que más tiempo pasamos juntos. Es un perro muy cariñoso y obediente salvo cuando se ciega porque su instinto supera su disciplina. Esto le ocurre cuando paseando se encuentra con otros de su especie y género, o ve alguna liebre, perdiz, zorro, o cualquier gato que no sean sus “hermanas”. 
    A finales del año 1990 el amigo de mi mejor amigo, y con el que compartía apartamento en la calle Fuencarral de Madrid -la casa rosa-, tenía un don: predecir el futuro leyendo las manos o sintiéndolas, creo que las dos... Un día le sugerimos que nos tenía que leer el futuro, y al final lo hizo después de rogarle insistentemente; primero con Jose, al que le dijo únicamente que nunca le faltaría el dinero, y no quiso decirle nada más, alguna excusa puso que no consigo recordar. Efectivamente Fernando no se equivocó, pues Jose se murió al año siguiente en Santiago, y por supuesto, con dinero de sobra. Conmigo pasó un buen rato, y qué pena no tener grabado todo lo que me dijo. Pero de todas sus revelaciones, la que más me impresionó fue, que alrededor de los cuarenta años me retiraría a un lugar en el Mediterráneo y viviría bastante aislado, pero en pareja, Me veía escribiendo... Y eso es la realidad que estoy viviendo! 
 Según Armand Toulouse, “la trayectoria de un astro es pura matemática pero el destino de las personas no se rige por ninguna ley”, yo no sé qué pensar; puede que no se rija por ninguna ley... pero ninguna ley aún conocida. Sí creo que hay algo que lo dirige. Jostein Gaarder dice, en su novela El Misterio del Solitario, que “el destino es una serpiente tan hambrienta que se devora a si misma”, y luego que “el destino es una coliflor que crece por igual en todas sus direcciones”. 
¿No crees que el destino se escribe día a día? Somos dueños de el, pero a veces también esclavos...

martes, 26 de julio de 2011

Pictures, Galleries and Merchandise (Sensations)


La vida también es una relación psicológica entre yo, que observo, y la obra (lo creado por mi o por otros)

Cuando un dolor que tenemos asociado a un olor, que a su vez estuvo relacionado a un placer, y pasan años, unos cuantos, sin sentir estas tres sensaciones, y de repente, un domingo cualquiera, alguien, sabiendo o sin saber, te coloca ante un umbral y se abre una puerta azul mediterráneo, y una mano manchada de pintura te invita a entrar, y aquel olor grabado, tantas veces sentido, lo llena todo y se me mete por todos los poros de la epidermis, y sigue más allá, hasta la fibra más sensible. Empiezas a oír, a ver, a sufrir, a reír, a amar una vez más, porque siempre lo digo: el el que ha amado una vez nunca deja de hacerlo...

Y todo vuelve, todo gira con las ruedas de una bicicleta; todo suena como de un instrumento recién afinado se tratara; todo transmite Energía y siempre se vuelve al principio: estamos continuamente volviendo a la infancia para arreglar lo que antes no supimos cómo hacerlo. Uno puede regresar instantáneamente con sólo sentir un olor, una canción, sentir una imagen, con una simple voz...

El AMOR está en todas partes. Sólo tenemos que estar preparados para verlo; y yo lo vi, lo sentí, lo siento cada día, cada segundo, con cada cuadro, con cada pintura, con cada imagen. El amor está en las maletas, en el mar, en el suelo, en las bicicletas, en las tumbonas de rayas, en los instrumentos musicales, en los diferentes colores, en el suave tacto del acabado y en las personas sin rostro definido. El amor ESTÁ. Y nosotros sólo tenemos que pararnos, ver y amar. En este sentimiento recíproco creado está el ELIXIR de la VIDA. Por eso no hay que salir fuera, hay que mirar primero dentro, y ya es suficiente para ver luego todo lo demás.To fall in love every day, cada segundo, cada milésima, y todo volverá a GIRAR.

Por eso cuando entré en el estudio de Luis Frutos, en ALTEA, ocurrió lo mismo que la primera vez que pisé TRINTA GALLERY, en COMPOSTELA. Si algún día amé la pintura y dejé de hacerlo, o de darme cuenta de ello, porque dejé de sentirla; cuando fui capaz de amar de nuevo amé también la pintura de Luis, los perfectos cuadros acabados y suavemente dulces. Imágenes de su infancia, de su vida pero que también YA lo son de la mía, porque me han hecho vibrar a más velocidad y regresar a mi infancia para intentar solucionar lo que tenía pendiente, y no encontraba cómo ni cuando hacerlo.

Y ya está, ya estoy en el camino. Esa vibración más evolucionada me ha sacado del largo letargo y me ha puesto donde tenía que estar: de nuevo en el mercado, de nuevo en el ARTE.
Ha sido un "come back", una vuelta a la simple vida, ¿tiene precio eso?

Siempre tiene que haber un comodín para iniciar el juego y siempre hay dos en cada baraja, en cada juego. Lo importante siempre será el juego. Pues vamos a jugar.

domingo, 24 de julio de 2011

ADIÓS AMY!!! SEE YOU LATER!!!








«Las estrellas que brillan el doble, duran la mitad que las demás»


23 de julio por la tarde, leo en la pantalla del televisor: — ˝última hora: La cantante Amy Winehouse ha aparecido muerta en su casa del norte de Londres”; sentí como un escalofrío que recorría todo mi cuerpo.

Hace unos cinco años que la escuché cantar por primera vez, y me enamoró; fue un flechazo, que se acrecentó al ver cómo era físicamente. Era un chica peculiar, con estilo propio y fuera de toda norma. Su forma de vida, su imagen (vestuario, maquillaje y peinado ) le daba un aura de verdad y, sobre todo, de libertad. Su estilo fue copiado por muchas jóvenes y adolescentes. Era solitaria, pequeña y con apariencia frágil a pesar de su actitud algo «macarra». Le gustaba pasear sola por las calles de Londres. A mí también!!!

Muchos pensarán que es una pena que un «talentazo», como lo era ella, se fuera degradando por las drogas a un ritmo vertiginoso: «¡Malditas drogas!» Puede que la droga haya sido el mecanismo detonador que la llevara a desaparecer una tarde de finales de Julio, pero pudo haber sido una bala, una intoxicación etílica, una caída, … Ella se fue y punto. Pero nos deja un pequeño legado, que es un gran regalo, con todo el sentimiento y emoción que ella nos entregaba: sus canciones. No hay ni una sola que no me guste, y tardaría tiempo en poder elegir una de entre todas, quizás «Back to black»... pero es que de su primer CD: «Frank», podría escoger cualquiera. Me hubiera gustado conocerla personalmente. Hubiese deseado saber cómo era, y cómo y porqué fue evolucionando hasta desaparecer. Se hablaba de sus escándalos hasta la saturación, pero qué había detrás de todo ese descontrol. No lo sé pero me importa.

Sé que había hecho un disco con canciones de ritmo reggae y que su discográfica lo rechazó. Me apuesto que no tardarán en editarlo y qué será su gran éxito. Yo correría a comprarlo. También tenía otro cociéndose, ya con el beneplácito de la compañía, de ese dudaría, pero por oirla seguro acabaría por adquirirlo.

Ella consiguió muy joven y en poco tiempo el éxito profesional. Todo por su enorme talento, por su voz, pero también por su acierto a la hora de componer sus canciones. No engañaba a nadie, no le importaba nada el que dirán, pero su éxito profesional no llenó sus anhelos, lógicamente para ser feliz se necesita amor, y ella tuvo un gran desengaño, no fue afortunada en amores. También un posible desencanto del «show business» ayudó a que cada vez se refugiara más en las drogas, llegando a excederse sin ningún control, quizás, precisamente, por falta de amor, por falta de tener a su lado una persona que le diera equilibrio. Por su especial personalidad parecía reírse de todo, de todos, incluso de ella misma.

No sé, y mira que me gustaría, qué pensaría ante un inminente concierto: ¿quería o no darlo todo? Pero por qué llegada la hora, salía al escenario con sus facultades excesivamente mermadas. ¿Estaba tan contenta que no paraba de celebrarlo y cuando llegaba la hora de la verdad se había pasado, o por el contrario se sentía tan aterrorizada ante la subida al escenario y enfrentarse a su público al que deseaba agradar, y no sabía que sólo con su presencia y su voz era suficiente para enamorar a todos los presentes. O quizás ya todo le importaba un pito porque ya no le gustaba la vida, el mundo... Sea lo que sea Amy se ha ido.

La recordaré siempre, escucharé sus canciones de vez en cuando, cuando la eche de menos o cuando quiera, seguirá viva porque muchos la seguiremos recordando. No veré imágenes de sus excesos. Me quedaré con lo mejor y con esa carita de niña mala pero tremendamente frágil y desencantada.

No pienso que las estrellas que brillan el doble se apaguen a los 27, creo que es coincidencia y punto.

Te quiero AMY!!!
 ©Miguel Je 2011



miércoles, 20 de julio de 2011

FRANCISCO CAMPS: UN DIOS PARA LOS FANÁTICOS





«el dinero no es nuestro dios» Fangoria

Hoy, 20 de Julio del 2011, será recordado como el día en el que dimitió el «President». Lo hizo por la tarde, elegantemente vestido (no será por falta de trajes), más altivo que nunca, más entero, más seguro, más sonriente y excesivamente escoltado y arropado por todos los suyos: lo más granado del PP valenciano en pleno y Federico Trillo, como único representante de «Génova» o lo que es mismo: el mensajero de Rajoy. Las imágenes del evento son para analizar con lupa; por momentos parecía un funeral, pero también, en otros, parecía la entrega de una medalla al mérito. No sé, el acto me dejó perplejo y mucho más desencajado que Camps. Aunque detrás de su cínica sonrisa se adivinaba unos días duros de encarnizadas negociaciones, noches sin dormir, mucho alcohol y qué sé yo que más, pues el maquillaje con el que compareció no lograba soportar los primeros planos. En su nariz, pequeños granitos, tabique inflamado, venillas en los laterales de las aletas; ojeras, patas de gallo. Estoy seguro que un buen profesional del maquillaje lo hubiera disimulado todo mejor, pero... ¿y si no era eso lo que se pretendía? Lo dudo, El President es más que coqueto, por lo que intuyo que lo que se ocultaba tras la máscara era terrorífico.

En su discurso de despedida dejó bien claro que era él y sólo él el inocente, como si de un nuevo Jesucristo se tratara, sacrificándose por el bien del País Valenciano, y sobre todo por el bien del PP y por último de España. Se rió de todos los españoles, él es un fanático de si mismo. Él se cree un Dios, el único, el verdadero. Es como si dijera entre lineas que nos perdemos al redentor de España. Para él todavía nada está perdido, estoy seguro que piensa que aún puede resurgir como el Ave Fénix. Los abrazos finales y besos, las caras de funeral de sus «amigos», puro teatro, por dentro estallaban de alivio. Ahora ya estamos rozando el poder, la última piedra se ha desintegrado. Pero yo sé que esto es el principio. Solamente estarían rozando el poder si Rajoy le acompañara en su despedida, y de eso si que dudo que pueda suceder, aunque la política da más sorpresas que la propia vida, y Camps aún es mucho Camps. Todavía vale más por lo que calla, pero si habla él también se entierra para siempre y el PP se hundiría para siempre.

No hay duda de que el PP es un partido de fanáticos, y muchos están rabiosos, sobre todo sus bases. Camps era el mejor ejemplo para ellos, alto, guapo, elegante, de exquisitos gustos. Vivía de lujo pero su cuenta corriente era como la de un funcionario. ¿Quién puede creerse que apenas disponía de unos cuatro mil euros? Lo que sí es es un listo, bien asesorado y mejor respaldado. Yo tengo lo justo pero mis amigos tienen de todo y yo puedo usarlo como si fuese mío, que en el fondo lo es.

Cualquier familia católica se sentiría orgullosa de tener un hijo como don Francisco. Él que asistía a misa cada domingo, confesaba sus pecados y así la conciencia quedaba lavada: la hipocresía de los católicos, que tan bien les funciona. Que la corrupción sea un ejemplo para nuestras nuevas generaciones es terrorífico.

En este sistema en el que el dinero todo lo puede qué más se puede añadir. ¿Dónde quedan los valores cívicos? La cultura, la integridad, la generosidad, no son valores en alza... pero lo serán. El dinero no es mi dios y nunca dejaré que lo sea. Dinero no es sinónimo de éxito para mí, ni de felicidad. El dinero es uno de los frutos del trabajo, necesario para vivir en este sistema, pero no hay que ser esclavo del ansia de dinero, ni los ricos nuestro ejemplo a seguir. Hoy ha caído un gran icono del DINERO, pero quedan muchos por caer.

Me imagino a Camps desnudo y lo veo ridículo, pero no más de lo que lo he visto hoy despidiéndose del poder.

martes, 5 de julio de 2011

LO SIENTO POR LOS DISEÑADORES DE BAÑADORES PERO LAS PLAYAS NUDISTAS SON EL FUTURO



El Gran Wyoming responde a la pregunta de que si pudiera viajar en el tiempo a qué época iría:
—A la de Adán y Eva, porque podría ir desnudo sin que nadie se riera de mi.


Hace muchos años, unos treinta por lo menos, que sólo voy a playas nudistas o naturistas. Recuerdo la primera vez, fue en Lisboa, Costa de Caparica (praia 19). Cogimos el «minicomboio da Caparica», un trenecito como de feria que recorre toda la costa. Pasamos todo el día, nunca lo olvidaré. Volvimos a Lisboa andando por la arena al atardecer, llegamos a la pensión hechos polvo y yo quemado. No me importó, había sido una jornada memorable llena de nuevas sensaciones. Estoy seguro de que Charo, mi primer gran amor, tampoco olvidó ese día. Nunca habíamos hecho nudismo, íbamos nerviosos y emocionados, aquellas eran nuestras primeras vacaciones juntos: A Coruña – Madrid – Sevilla – Aracena - Lisboa – Oporto – Viana – Vigo – A Coruña. De ese viaje podría escribir un maravilloso guión (quizás lo haga). Dieciocho añitos teníamos, y después de esa agradable prueba, que siempre es un viaje para una pareja, nos fuimos a vivir juntos a Santiago. Diez años duró el idilio, el amor aún permanece. Cuando has querido de verdad a alguien una vez, nunca dejas de quererle. Pero volvamos a Caparica, que yo me pierdo en los recuerdos muy fácilmente... Bajada del «miniconboio», accesorios los justos, todos en un bolso Kelly de lona naranja, muy poca gente y dispersa, la mayoría hombres solos (luego supimos que no sólo era una playa nudista también era una de las playas gays más famosas de Portugal), un océano azul intenso con enormes olas que venían como a cámara lenta y luego rompían con fuerza. Nos quedamos absortos. Al cabo de unos minutos, empezamos a sudar y nos desnudamos también lentamente hasta quedarnos en ropa interior, nos miramos riéndonos y nos quitamos todo, nos reímos más al ver nuestros culos blancos. Nos untamos el uno al otro de crema protectora y a contemplar el paisaje sentados en nuestras toallas... Yo fui el primero en meterme en el agua, Charo no se atrevía con semejantes olas, yo sí. Fui corriendo y me metí mar adentro lo más rápido que pude para evitar que las olas rompieran sobre mí. Ya dentro me dejé llevar, me subía y me bajaba con delicadeza, sin nada pegado al cuerpo, con todo libre, sonreía, emanaba felicidad. Muy cerca otro hombre se dejaba llevar también por las olas y me sonrió. Él se fue acercando a mi, a la vez que yo me iba excitando. De repente desapareció bajo las aguas, en seguida noté que algo me succionaba, estallé de placer. Entonces salió de nuevo, esta vez a mi lado el mismo hombre moreno, de pelo negro y poblado bigote, me besó y volvió a desaparecer...

Nunca más pude volver a bañarme con ropa. Estar desnudo es tan natural que no entiendo como la gente no utiliza las playas de esta manera. No lo entiendo pero lo acepto, como las religiones, igual.
A lo largo de los años fui conociendo más y más playas nudistas, en Galicia, en Portugal, en la Costa del Sol, en Canarias, en Andalucía, en Mallorca, en la Costa Azul, en la Brava, en Italia, en la Valenciana, en la de Murcia. Muchas... Se nota que me gusta el mar y las playas. Pues sí. Como nací en el interior, y tardé muchos años en ver el mar pues luego no pude vivir sin él. Lo que más me gusta de estas playas es la tranquilidad, paz y armonía que se respira. Una de las circunstancias que más agradecía era la ausencia de niños casi generalizada. No tengo nada en contra de los chiquillos, pero yo elegí no tenerlos, y en la playa no me agradan sus griteríos y correrías a mi alrededor. Otra ventaja era la soledad e intimidad al no estar codo con codo, o mejor toalla con toalla con los «vecinos», el no tener que escuchar conversaciones que en absoluto me interesan y que me despistan de mi lectura, de mi escritura o de mis pensamientos. Hoy en día ya no es así. Cada vez son más las familias que traen a sus hijos. Matrimonios jóvenes y no tan jóvenes con un hijo o dos, raramente más. «Casualmente» suelen estar bastante bien educados y tienen un comportamiento ejemplar para ser niños. Peores son los adolescentes que vienen con sus larguísimas bermudas y no se las quitan ni para mear, porque mear seguro que mean en el mar como todos lo hacemos. En las playas textiles hay baños pero pienso que sólo los usan para cagar, con perdón. Y por último diré que, normalmente, las playas naturistas no tienen servicios de limpieza como las tan elogiadas y bendecidas con la «bandera azul», pero se mantienen, a lo largo del día, mucho más limpias que estas. Es que no sólo somos más naturales es que naturalmente somos más cívicos. Ya se sabe «no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia».
A quién todavía no se ha quitado el bañador que lo haga, olvidaos de las modas, de comprar los que mejor paquete hacen, de los biquinis que aumentan hasta tres tallas el pecho, dejaros llevar por el túnel del tiempo y volver al Paraíso, seamos Adanes y Evas antes de que se pusieran las hojas de parra. Dejemos los «modelitos» para las piscinas más «cool». Ahí sí que no podemos ser «clueless», debemos seguir la «onda», y el que no quiera gastarse un euro de más: en «pelotas» en las mejores playas y fuera complejos.
¡Siempre puede aparecer un atractivo portugués que te succione y te haga estallar de placer!

  













sábado, 2 de julio de 2011

LOS VERANEANTES






«Las personas tomamos decisiones todos los días,
y estas son las que nos definen»


«Veraneante»... Me suena a antiguo. Recuerdo cuando era pequeño y mi tía Flora (que por cierto se marchó con 101 años) me decía:
—La semana que viene estarán aquí los veraneantes...
—Están llegando ya los veraneantes...
—Esos son veraneantes...
Ahora es una palabra que está en desuso, en todas partes se les llama «turistas», aunque es posible que todavía la sigan usando en algunos pueblos, pero por los habitantes más antiguos. A mi me resulta una palabra bonita. Hace poco se eligió la palabra que más gustaba del castellano; se hizo un video en el que personajes reconocidos de la cultura elegían su palabra, muchos elegían «amor» o palabras relacionadas, pero menos eran los que elegían la palabra por su sonido y no por su significado. Yo elegiría «veraneante» tanto por su fonética como por su significado, e incluso por todo lo que me evoca.
Un turista puede ser veraneante, pero puede no serlo, pues los turistas pueden venir en cualquier época de año y no se deben restringir solamente a una única estación: el verano. Yo encuentro muchas más diferencias y matizaciones. Ellos vienen de «veraneo», y esto ya les condiciona para un estado perpetuo de felicidad, de altivez y una aureola de atracción. Se creen que son un deseado caramelo para los nativos, incluso si son un espanto. Se atreven a vestirse prendas que en su ciudad sólo pusieron una vez y al no triunfar arrinconaron. Ahora que son veraneantes la ven ideal. Se vuelven vagos, de repente pierden su tacañería y son capaces de invitar a cenar a un nativo al que acaban de conocer sólo porque puede proporcionarle alguna sustancia prohibida o indicarle como ir a una cala paradisíaca. Hacen amistades con facilidad, la misma con la que una vez se hayan ido las olvidarán o, lo que es peor, las rememorarán vulgarizándolas al hablar de ellas a sus verdaderos amigos en tono jocoso o despectivo. Algunas veces las ensalzan pero por pura presunción. Los nativos también los olvidamos rápidamente, pero también hay excepciones.
A día 2 de Julio, aquí ya se ha llenado de ellos, se nota en que no hay aparcamientos, se nota en que hay mucho más ruido -gritan muchísimo-, en que todo está más sucio, en que los contenedores de basura rebosan a lo largo de la acera, se nota cuando conduces porque van mirándolo todo o pendientes del navegador. En la playa porque son los más blancos o los más rojos, también porque llevan de todo y hablan todo el rato por teléfono, y por supuesto, alzando lo más posible la voz.
Los veraneantes hace años se integraban más y cuidaban un poco mejor su entorno, ahora, que se supone que hay más conciencia ecologista, tiran de todo al suelo, no recogen ni una sola colilla, hay excepciones, pero pocas.
Por esto y por mucho más temo la llegada del verano, me siento invadido, todo me resulta más incómodo y pasear por mis parajes se convierte en una pesadilla al ver lo sucio que de repente está todo. ¿No son conscientes de que lo que dejas un día en el monte o en ciertas playas seguirá allí al día siguiente, y al otro, y tarda mucho en desintegrarse o no se desintegra nunca y acabo por recogerlo yo. Soy consciente de que reportan riqueza para la zona, pero también gastos. Sólo les pediría que no actúen como si no fueran a volver más, y piensen que estos días están aquí y deben respetar a los que viven todo el año. Este es ahora tu entorno así que cuídalo. A lo mejor así dejaría de temer de nuevo al verano y a su llegada.

En el fondo sé que podría llegar a alegrarme al verlos de nuevo.
©Miguel Je 2011