viernes, 17 de junio de 2011

MÁS MODA (puta y no tan puta) II








MODA.- Llamaremos MODA de un conjunto de datos y representaremos por Mo, al valor de la variable estadística que presenta mayor frecuencia. También se llama VALOR DOMINANTE.

No estoy orgulloso de haber perdido el control ayer por la tarde en casa. Eso es lo que pretenden mis vecinos más próximos. Venía tan tranquilo de haber pasado unas horas de relax en mi «cala» favorita, había buceado para así aislarme de todo, poner mi mente en blanco y limpiar la mala Energía acumulada.
Llegué a «Espacio Je» pletórico; había avanzado en el último libro que estoy leyendo: «LA PASIÓN SEGÚN DON MATEO». Entre sus miles de «hormigas» (letras) con las que Carlos jugó a hacer palabras y con éstas, frases sin desperdicio y llenas de un humor, a veces mordaz otras infantil y siempre inteligente. Ninguna palabra sobra, una a una te van atrayendo para luego atraparte y meterte en ese piso de Grenoble (Francia) y acabar siendo un espectador fantasma que sigue a los protagonistas y acabar por hacerse uno más de ellos. Metido ya en esta historia aparentemente normal pero también loca, descabellada y, sobre todo, desternillante. El autor juega con matemática destreza con las palabras, la puntuación, con los nombres y adjetivos, y demás... de tal manera que uno acaba por sumergirse, olvidarse de todo y bucear en ese mundo, tan magistralmente descrito, a salvo de cualquier preocupación. Es un gran privilegio ser el primer lector. Según avanzo en la historia mi nivel de Energía se incrementa. No tardará mucho en ponerse de «moda», y apuesto porque sea próximamente la novela de mayor éxito y por tanto la más vendida. No tengo ninguna duda.
Bueno, que venía feliz como una perdiz, y todo eso... Así que al llegar a casa, después de haber puesto un poco de orden, bajé al jardín y un nuevo disgusto me bajó de la nube. ¿Pero que les hizo mi hiedra, mi árbol del paraíso y mis embriagadoras adelfas, e incluso un pequeño cactus («pito del rey») plantado recientemente y milagrosamente desaparecido. Es como si mi vegetación le impidiera cotillear más cómodamente y se va haciendo poco a poco «ventanitas» para tenernos más a tiro y con una rudimentaria discreción. No sé ese interés en controlarnos hasta este extremo. Cada día un poquito más, y siempre cuando estamos ausentes ambos. Me siento ACOSADO, por cierto, algo tan de moda actualmente!!! Y hasta las mismísimas pelotas!!! Sin habérnoslo buscado, sin ni siquiera merecerlo, pero tengo que tragármelo. Es una «mujer», malísima, pero aun así contra ella nada puede hacerse. Las mujeres actualmente tienen la ley siempre de su parte, o casi... Tienen todas las de ganar, pero su marido... es otro gallo con el que no estoy en desventaja. No me gusta la violencia, SIEMPRE, y recalco «siempre» he huido de ella, pero esto empieza a hacerse insoportable. Uno ya no sale tranquilo de casa pues no sabe lo que va a encontrarse en el regreso.
Me metí dentro, cerré las dos grandes puertas correderas y... ¡¡¡ESTALLÉ!!! Perdí controladamente los nervios, un poco teatralmente, para no sentirme afectado en exceso, pero acabé por interiorizar el personaje demasiado y me fui alejando del guión... improvisando atropelladamente, cada vez más furioso. Por mi boca salían sapos y culebras, con mi bozarrón al límite para que se enteraran bien e intentar una vez más conseguir que paren de una vez con tan insoportable acoso.
¿Cómo puede haber tanto odio, tanta envidia, o no sé qué? Jamás les hicimos nada más que ignorarlos. Apenas en los siete años que llevan ahí al lado, siendo vecinos solo técnicamente, he intercambiado más que saludos de buenos modales, políticamente correctos. Simplemente es mala gente, a la que posiblemente les estorbemos. Quisieran estar solos, sin vecinos, algo bastante difícil si vives en un «adosado», también tan de MODA!!! Es imposible. Son imposibles...
«Pelillos a la mar».

1 comentario:

  1. Miguel, te estás dejando enredar en el juego de ellos. Sé que es fácil de decir, pero intenta ignorarlos, tienes cosas más importantes en qué pensar que en una panda de locos que tienes por vecinos. Al final serás tú el dañado si permites que te afecten. Eso es lo que ellos quieren, hacerte la vida imposible, y tú se los estás permitiendo. No te permitas estallidos de ira en "su honor", no lo merecen. En realidad, no merecen nada tuyo, ni tu amistad ni tu conmiseración ni tu pena. Son elementos nocivos y hay que hacerles ley de hielo, si no, el dañado serás tú.

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